El Kremlin está utilizando a su negociador Kirill Dmitriev para convencer a la Casa Blanca de los beneficios económicos de normalizar las relaciones entre Rusia y Estados Unidos sin entablar negociaciones de paz con Ucrania.

Esto se afirma en el informe de los analistas del Instituto Americano para el Estudio de la Guerra (ISW).

El director ejecutivo del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) y negociador clave del Kremlin, Kirill Dmitriev, publicó una serie de publicaciones en inglés en la red social X los días 16 y 17 de octubre para promover una posible cooperación económica conjunta entre Estados Unidos y Rusia.

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Según ISW, Dmitriev está actuando como agente del Kremlin para fortalecer las relaciones con la administración de Donald Trump.

El 17 de octubre, el jefe del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, Sergei Naryshkin, enfatizó una vez más que Rusia percibiría la transferencia de misiles estadounidenses Tomahawk a Ucrania como un paso hostil que amenaza la seguridad global.

Naryshkin repitió las tesis del Kremlin de que los estados europeos que apoyan el suministro de Tomahawks a Ucrania son un “partido de la guerra” que se opone a una paz justa y duradera.

El dictador del Kremlin Vladimir Putin y sus secuaces han dicho repetidamente que los Tomahawks conducirán a una escalada de la guerra.

ISW señala que las constantes amenazas encubiertas y abiertas de Moscú, incluido el ruido de sables nucleares, ahora se han traducido en ofertas de incentivos económicos para frenar la ayuda militar a Ucrania.

Los analistas de ISW creen que la adquisición de Tomahawks por parte de Ucrania no conducirá a una escalada significativa de la guerra. Por el contrario, el suministro de Tomahawks de largo alcance será un reflejo del uso de Rusia de sus misiles de crucero contra Ucrania.

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