La Federación de Rusia puede llegar a depender en un 60% de las importaciones de combustible a finales de año – SVR
Rusia puede verse dependiendo de las importaciones de combustible en un nivel de hasta el 60% para finales de año. La razón de esto es la crisis de combustible que ha afectado a Rusia.
Esto fue informado por el Servicio de Inteligencia Exterior de Ucrania.
Crisis del combustible en la Federación de Rusia
El SVR señala que la crisis del combustible en la Federación Rusa no es sólo el resultado de accidentes o sanciones individuales, sino un reflejo del profundo declive de su modelo energético. Estamos hablando de falta de financiación a largo plazo, aislamiento tecnológico y errores de gestión.
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Las refinerías rusas, concentradas principalmente en varios centros industriales de la parte europea del país, siguen atrasadas en tecnología y estructura de producción.
– Cuando algunas de estas fábricas dejaron de funcionar, el país en realidad perdió una parte significativa de su capacidad interna. Sin al menos seis meses de reparaciones en condiciones de calma, Rusia podría verse dependiendo de las importaciones de combustible en un nivel de hasta el 60% para finales de año, señalaron funcionarios de inteligencia.
Después de la prohibición de septiembre sobre las exportaciones de gasolina, el gobierno ruso intentó estabilizar el mercado, pero sólo empeoró la crisis. Las ventas externas permitieron cubrir pérdidas y financiar parcialmente la modernización.
Ahora, sin ingresos en divisas, las empresas han perdido recursos para renovarse y la regulación interna de precios crea un déficit artificial.
– El problema se está extendiendo rápidamente más allá del sector del combustible. El aumento de los precios de la gasolina eleva los costos de envío, lo que afecta directamente los precios de los bienes de consumo. En combinación con un aumento del IVA, esto crea el riesgo de una fuerte aceleración de la inflación, añade el SVR.
La inteligencia señala que las estadísticas oficiales intentarán ocultar el efecto, pero los consumidores lo sentirán en sus billeteras.
Las medidas temporales a las que Moscú está recurriendo sólo enfatizan la desesperanza de la situación. La importación de combustible de Bielorrusia y China no cubre las pérdidas, y los intentos de aumentar el octanaje con aditivos químicos pueden reducir la calidad y causar problemas técnicos.
Como resultado, en lugar de estabilización, las autoridades rusas recibieron un nuevo frente de riesgos económicos: internos, costosos e incontrolables.
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