El número de trabajadores inmigrantes de la India a la Federación de Rusia se ha multiplicado por 22 en cinco años: inteligencia
El número de trabajadores migrantes en Rusia está creciendo rápidamente: el país está experimentando una grave escasez de mano de obra y está buscando trabajadores en el sur de Asia.
En particular, Moscú está prestando cada vez más atención a India, Nepal, Vietnam y Bangladesh.
Esto lo informa el Servicio de Inteligencia Exterior de Ucrania.
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Según datos de inteligencia, el número de ciudadanos indios que vienen a Rusia a trabajar se ha multiplicado por 22 en los últimos cinco años.
Si en 2020 solo 813 trabajadores migrantes de este país ingresaron a la Federación de Rusia, en 2025 su número superó los 17,7 mil.
Este aumento está asociado con una grave escasez de personal en sectores clave: construcción, industria y agricultura.
Según SZRU, cada año unos 150.000 trabajadores abandonan el sector agrícola ruso y ya no es posible cubrir estas vacantes a expensas de la población local.
Después de endurecer las restricciones a los inmigrantes de los países de la CEI, Moscú comenzó a atraer activamente trabajadores de la India. Sólo en 2025, se asignaron a ciudadanos de este país 71,8 mil cuotas de un total de 234,9 mil para especialistas extranjeros.
Las empresas rusas también están considerando la posibilidad de invitar a trabajadores de Nepal, Vietnam y Bangladesh.
Sin embargo, detrás de los lemas oficiales sobre cooperación y beneficio mutuo se esconde una realidad completamente diferente.
El Servicio de Inteligencia Exterior de Ucrania afirmó que en realidad estamos hablando de esclavitud laboral legalizada.
— Para las empresas de construcción, el comercio minorista y el sector servicios, esta es una manera de compensar la escasez de personal. Pero en realidad, muchos trabajadores extranjeros se encuentran completamente dependientes de los empleadores, señala la SVRU.
La situación con los ciudadanos norcoreanos que supuestamente vienen a Rusia como estudiantes para realizar prácticas, pero en realidad trabajan en condiciones inhumanas, es indicativa.
La inteligencia señala que tales acciones contradicen directamente las sanciones de la ONU, que la propia Rusia ha firmado.
Según SSHRU, los trabajadores coreanos se ven obligados a trabajar seis días a la semana, a veces hasta 20 horas al día, y las ganancias se distribuyen entre las autoridades de la RPDC y las empresas rusas.
Al mismo tiempo, el Kremlin está tratando de activar su fuerza laboral interna. El gobierno reanudó la indexación de las pensiones para los jubilados que trabajan y simplificó la contratación de menores.
Sin embargo, según la directora del Banco Central de la Federación Rusa, Elvira Nabiullina, incluso si el mercado laboral se estabiliza, la escasez de personal persistirá debido a los profundos cambios estructurales en la economía.
Al mismo tiempo, las restricciones continúan aplicándose localmente. En la región de Novosibirsk, a los inmigrantes se les prohibió trabajar en establecimientos de restauración, instituciones deportivas y en el sector del transporte de carga.
El Ministerio del Interior de Rusia también comenzó a recopilar información sobre niños inmigrantes que no fueron aceptados en las escuelas debido a que reprobaron exámenes de idioma.
—Rusia se encuentra así en una situación paradójica: por un lado, el Estado depende críticamente de los trabajadores extranjeros y, por otro, crea condiciones que recuerdan cada vez más a la esclavitud laboral sistémica”, resumió la inteligencia ucraniana.
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