Los rusos gastaron alrededor de 5 mil millones de dólares en reparaciones del crucero nuclear “Almirante Nakhimov”. Quieren armarlo con 80 misiles.

A finales del año pasado, los rusos lograron poner en marcha el reactor del crucero de misiles nucleares “Almirante Nakhimov”, que no ha salido del dique de reparaciones desde hace 18 años. De hecho, se trata del último crucero nuclear de la Federación Rusa, que teóricamente podría satisfacer las ambiciones navales del Kremlin.

Defense Express escribe sobre ello.

“Los rusos ya han gastado el equivalente a 5.000 millones de dólares en este crucero, en el que planean instalar lanzadores para hasta 80 misiles, pero esto no acerca aún más al Nakhimov a su regreso al servicio de la Armada rusa, cuya puesta en servicio ya ha sido pospuesta hasta 2026. Sin embargo, el mero hecho de poner en servicio el reactor en este “proyecto de construcción a largo plazo” ruso puede ser una señal importante”, dice la publicación.

La publicación señala que ahora los rusos necesitan completar la reparación del crucero, porque no tienen otra opción. De los cuatro barcos de este tipo construidos durante la era soviética, dos ya han sido desechados. Otro, el Pyotr Velikiy, es formalmente el buque insignia de la Flota del Norte de Rusia, pero también está a la espera de su eliminación debido a su terrible estado técnico. Aún no lo han desguazado simplemente porque no hay sustituto y la Armada rusa no está preparada para el daño a su reputación que causaría la pérdida de su buque insignia.

Es por esto que los rusos intentan persistentemente reparar el cuarto y último crucero nuclear. Además, Rusia es actualmente el único país del mundo que tiene buques de esta clase en servicio. Por ejemplo, hace 30 años Estados Unidos desmanteló cruceros similares de la Marina norteamericana Long Beach con el objetivo de “ahorrar presupuesto”.

También se sabe que el plan de los rusos es armar su crucero “hasta los dientes”, es decir, instalar 80 lanzadores para misiles “Kalibr” y “Tsirkon” y, en general, reemplazar todo el “relleno” del buque. Al mismo tiempo, el crucero ya ha sido completamente “destripado”. “Es decir, en esencia, ahora este barco parece una “caja” vacía donde hay que instalar nuevos “rellenos”, es decir, armas y equipos”, señalan los autores del artículo. Pero este proyecto, en el que Rusia deposita grandes esperanzas, actualmente está “estancado” debido a la falta de recursos. No es difícil adivinar que el Kremlin está lanzando todo su equipo y armas a la guerra contra Ucrania. Recordemos que el ejército ruso se ve obligado a transferir las funciones navales de sus barcos a helicópteros debido a la imposibilidad de que la flota realice eficazmente sus tareas. La transferencia de funcionalidad de los buques a los aviones supone importantes retos para la flota rusa a la hora de contrarrestar las acciones de la Armada ucraniana.

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