Jefe de una organización siria de derechos humanos, Muaz Mustafa, radicado en Estados Unidos, dijo el lunes que una fosa común en las afueras de Damasco contiene los cuerpos de al menos 100.000 personas asesinadas por el anterior gobierno del derrocado presidente Bashar al-Assad.

Mustafa habló desde Damasco, dijo en una entrevista con Reuters.

Fosas comunes en Siria

Según él, en un lugar de Al-Qutaifah, a 40 kilómetros al norte de la capital siria, es una de las cinco fosas comunes que ha descubierto en los últimos años.

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— Cien mil — esta es la estimación más modesta, — dijo, refiriéndose al número de cuerpos enterrados en el lugar.

El presidente del Grupo de Trabajo de Emergencia de Siria, Muaz Mustafa, dice “esta es una evaluación muy, muy extremadamente, casi injustamente conservadora”. ;.

Mustafa añade que está seguro de que hay más fosas comunes en más de cinco lugares y que, además de los sirios, entre las víctimas hay ciudadanos de EE.UU., Gran Bretaña y otros extranjeros.

Se estima que cientos de miles de sirios han sido asesinados desde 2011, cuando la represión de Assad contra las protestas contra su gobierno desembocó en una guerra civil a gran escala.

Los sirios, grupos de derechos humanos y otros gobiernos culpan a Assad y a su padre Hafez, que fue presidente antes que él y murió en 2000, en ejecuciones extrajudiciales a gran escala, incluidas ejecuciones masivas en el notorio sistema penitenciario del país.

Assad ha negado repetidamente que su gobierno haya cometido abusos contra los derechos humanos y ha llamado extremistas a sus oponentes.

Muaz Mustafa llegó a Siria después de que Assad huyera a Rusia y su gobierno colapsara en una ofensiva rebelde relámpago, poniendo fin al fin de más más de 50 años de gobierno férreo de su familia.

Habló con Reuters después de que el Canal 4 de Noticias de Gran Bretaña lo entrevistara. en el lugar en Al-Qutaif para informar sobre una presunta fosa común.

Mustafa dijo que la unidad de inteligencia de la Fuerza Aérea Siria es responsable de los cuerpos, que son llevados desde los hospitales militares donde fueron recogidos después de ser torturados hasta la muerte, a varias unidades de inteligencia y luego enviados al lugar de la fosa común.

Según él, los cuerpos también fueron transportados a los lugares de enterramiento por la Funeraria Municipal de Damasco, cuyos empleados ayudaron a descargarlos de camiones refrigerados.

— Pudimos hablar con personas que trabajaban en esas fosas comunes, que habían huido de Siria o a quienes habíamos ayudado a escapar, dijo Mustafa.

Su grupo habló con conductores de excavadoras que fueron obligados a cavar tumbas y a quienes “se les ordenó apretar repetidamente los cuerpos para que cupieran y luego cubrirlos con tierra”. /strong>“, dijo Mustafa.

El activista de derechos humanos expresó su preocupación por el hecho de que los lugares de enterramiento no estaban siendo vigilados y dijo que era necesario preservarlos para preservar las pruebas para la investigación.