Una cabeza muerde a la otra: ¿qué indica la reacción infantil del Kremlin ante la operación de Kursk?

Una cabeza muerde a la otra: ¿qué indica la reacción infantil del Kremlin a la operación de Kursk? Melania Golembyovskaya< fuente _ngcontent-sc102 fetchpriority="high" media="(ancho máximo: 620px)" type="image/webp" srcset="https://24tv.ua/resources/photos/news/202408/2621047.jpg? v=1723978171000&w=480&h=270&fit=cover&output=webp&q=70">

Una cabeza roe a la otra: ¿qué indica la reacción infantil del Kremlin a la operación de Kursk

< p _ngcontent-sc107 class="news-annotation">La operación ucraniana en la región de Kursk lleva 12 días, pero los rusos están atrapados en su confusión y no han sacado elaborar un plan de acción. Incluso si al dictador ruso Vladimir Putin se le ocurriera algo, su implementación lleva mucho tiempo.

Acerca de este canal 24dijo el politólogo y jefe del Centro de Análisis y Estrategias, Ígor Chalenko, señalando que a pesar de los intentos de contrarrestar al país agresor, no existe una vertical única. Tales acciones muestran el veredicto de las autoridades del Kremlin.

¿Qué indica la reacción infantil del Kremlin ante la operación de Kursk?

Según el politólogo, los acontecimientos en la región de Kursk mostraron la confusión de las autoridades rusas y la falta de comprensión de sus planes futuros, Rusia es como “una serpiente gorynych que se muerde la cabeza”. El Kremlin declara un CTO (régimen de operaciones antiterroristas en Rusia), donde la fuerza principal es el FSB, el ministro de Defensa del país agresor, Andrei Belousov, crea comités de coordinación paralelos, y se refuerza con el nombramiento del primo de Putin. Anna Tsivilova al cargo de viceministra de Defensa.

< p class="bloquote cke-markup" dir="ltr">Esto demuestra que Rusia está tambaleante, no existe una vertical única, Putin sigue temiendo su propio ejército, hay una completa desorganización del proceso, enfatizó Chalenko.

Aunque Rusia está reuniendo reservas y tratando de pensar en una contraofensiva en la región de Kursk, todo esto es sucediendo muy lentamente. Esta es una conclusión y un veredicto para el gobierno de Putin y el régimen del Kremlin; no pueden garantizar la seguridad de sus propios ciudadanos y de sus propios territorios reconocidos internacionalmente.

No han sacado ninguna conclusión de lo ocurrido con Prigozhin. Putin vuelve a demostrar que su fuerza es un mito, señaló el politólogo.

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