La operación de Kursk fortaleció el apoyo internacional a Ucrania. De hecho, en general, el “avance” de la frontera en la región de Kursk demostró que nuestro país puede cambiar las reglas del juego en esta guerra, y Rusia es en realidad más vulnerable de lo que parecía.
< p>Ahora se ha producido un “juego” serio de cambio”. Esta es la opinión de Canal 24 dijo el politólogo y director ejecutivo de la Asociación Internacional de Pequeñas Comunidades Alexey Buryachenko, señalando que no en vano los medios de comunicación mundiales valoran tan positivamente esta operación especial no sólo en el sentido militar sino también geopolítico.
< p>“Ucrania se ha convertido en la punta de la lanza que hirió muy gravemente, y posiblemente mortalmente, a un oso ruso”, dijo Buryachenko.
¿Qué podría hacer esta operación? ¿A dónde conduciría?
La operación de Kursk logró al mismo tiempo dos objetivos:
fortaleció la posición de Ucrania;
demostró las debilidades de Rusia.
Como señaló el politólogo, esto no debe subestimarse. Al fin y al cabo, antes daba lo mismo, por muy fuerte que fuera Ucrania, Estados Unidos y los países de la Unión Europea desconfiaban de Rusia, como país con mayor potencial nuclear, tomaban en cuenta su opinión y no Quiere la derrota del agresor en el campo de batalla.
< p>En este caso, el “avance” de la frontera en la región de Kursk cambió por completo la posición del mundo hacia la Rusia de Putin y demostró que no hay que temer una escalada. Al contrario, es necesario hablar desde una posición de fuerza.
Las declaraciones diplomáticamente contenidas de la Casa Blanca en realidad proporcionan un consentimiento tácito a lo que está sucediendo en Rusia. Al mismo tiempo, la posición del Ministro de Defensa alemán, que habló de más Leopards y de máximo apoyo a Ucrania, indica un cambio conjunto en las posiciones de nuestros socios, enfatizó Buryachenko.
Ahora los analistas estaban resolviendo un problema difícil. En particular, cómo obtener una ventaja en el proceso de negociación con Rusia para infligir graves pérdidas en el campo de batalla y no conducir a su desintegración en 20 países separados con armas nucleares que comenzarán a utilizarlas entre ellos. La operación Kursk ayudó a resolver esta ecuación.
“Se hace evidente que la posición de Vladimir Putin es débil, y si continuamos presionándolo por la fuerza, sólo se debilitará y puede conducir a un colapso controlado. de Rusia”, añadió el politólogo