Putin ya no es el mismo: como lo demuestra el comportamiento del dictador hacia la región de Kursk

Putin ya no es el mismo: como lo demuestra el comportamiento del dictador en relación con la región de Kursk Oksana Kharkovska

Putin ya no es el mismo: como lo demuestra el comportamiento del dictador hacia la región de Kursk

Después del llamado “avance” de la frontera en la región de Kursk, Vladimir Putin convocó una reunión del Consejo de Seguridad. El jefe del Kremlin parecía una “polilla pálida” y supuestamente lo calificó de “provocación”.

El politólogo Oleg Lesnoy señaló al Canal 24, que Putin no estaba muy contento y este no se parece en nada al dictador que lo era hace 2 años. Los socios esperaban una escalada debido a la situación en la región de Kursk, pero esto no sucedió.

Putin ante una elección

“Todos Se esperaba que Putin inmediatamente peleara por su “garrote” nuclear y asustara a todos con él. No, agarró el papel, lo leyó y todos se pusieron tristes”, dijo el politólogo.

En su opinión, Putin, que ama mucho el simbolismo, debe pasar por momentos difíciles ahora, porque el dictador ya ha perdido un Kursk. Se trata del submarino Kursk, hundido en agosto de 2000. Y, en general, agosto siempre ha sido un mes de mala suerte para el Imperio Ruso.

Putin, como “gran historiador”, lo sabe muy bien, por eso está tan pesimista y por eso no puede tomar una decisión. Durante mucho tiempo no se tomó ninguna decisión sobre el submarino Kursk, hasta que todos murieron. Lo mismo puede suceder con la región de Kursk: hasta que se “hunda”, Putin pensará que se solucionará, enfatizó el politólogo.

Lo que se sabe sobre el accidente de Kursk

En agosto del año 2000, el submarino nuclear ruso “Kursk” estaba realizando ejercicios en el Mar de Barents. La causa del accidente fue la explosión de un práctico torpedo y el barco se hundió hasta el fondo.

Parte de la tripulación murió inmediatamente, mientras que otros lograron sobrevivir. Pero debido a que Rusia retrasó la búsqueda y no permitió que otros países ayudaran de inmediato, el resto de la tripulación también murió.

Al mismo tiempo, Putin, que entonces estaba de vacaciones, no incluso interrumpirlo. El comportamiento del dictador provocó una avalancha de críticas en su dirección.

Ahora la autoridad de Putin descansa en la maquinaria mediática rusa, que a su vez está tratando de amortiguar la información sobre la región de Kursk. Hasta ahora esto está funcionando, pero el jefe del Kremlin todavía tiene que tomar una decisión: o transferir tropas allí desde el territorio de Ucrania, o fingir que no pasa nada y perder territorio.

“Dado el camino Putin y sus generales: la decisión está flotando entre las “torres”. Todavía no existe”, concluyó el politólogo.

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