Quedan 9 unidades: ¿qué funciones importantes realiza el radar Voronezh-M dañado?
Un UAV ucraniano voló un récord de 1.800 kilómetros y atacó la estación de radar Voronezh-M en Orsk, Rusia. El dispositivo no solo realiza el seguimiento y detección de lanzamientos de misiles balísticos intercontinentales, sino también otras funciones importantes.
Un observador político-militar del grupo Resistencia a la Información dijo al Canal 24 sobre esto Alexander Kovalenko, señalando que el ataque a Voronezh-M no tiene importancia táctica ni operativa-táctica, sino estratégica. En Rusia sólo quedan 9 estaciones de este tipo.
Voronezh-M es un objeto único
El observador político-militar explicó que actualmente la estación Voronezh-M sirve comoartillero < /fuerte>. Está sincronizado con el sistema de guerra electrónica Tobol, que se encuentra en la región de Kaliningrado.
Tobol es la estación de radar más poderosa de Rusia, que puede interferir las comunicaciones GPS en Polonia y los satélites Starlink en Ucrania, que ha sucedió varias veces.
La guerra electrónica también participa directamente en la supresión de señales para la guía de proyectiles de alta precisión, por ejemplo Excalibur, GLSDB y JDAM, en la instalación M142 HIMARS, pero hay un matiz.
Para que Tobol funcione, la guía es necesario, y esta función la realizan los complejos de radar “Voronezh-M”, que ayudan a elegir un lugar para la supresión. Es decir, los daños a la estación son importantes.
Hay 10 unidades en total, y ahora podemos decir que ya son 9. El desmantelamiento no se trata solo de demostrar que podemos hacer esto. Este valor ni siquiera es táctico ni operacional-táctico, son ataques estratégicos, enfatizó Alexander Kovalenko.
El mundo entero vio que un objeto volador desconocido podía volar al espacio aéreo ruso, evitar los sistemas de guerra electrónica y alcanzar un arma única.
Aunque Voronezh-M puede detectar el lanzamiento de un misil balístico intercontinental, es poco probable que los rusos puedan derribarlo. Después de todo, ni siquiera un dron bastante grande que haya volado 1.800 kilómetros puede ser destruido.