En la tarde del 23 de marzo, las fuerzas de seguridad rusas anunciaron el arresto de hombres presuntamente involucrados en el ataque terrorista al Ayuntamiento de Crocus. Posteriormente, en un discurso dirigido a los rusos, Vladimir Putin dijo que supuestamente se dirigían hacia la frontera con Ucrania, donde “se les había preparado una ventana”. Sin embargo, Putin dijo que en ese momento fueron detenidas hasta 11 personas, aunque dos estaban en el banquillo de los acusados.
Vale la pena señalar que ISIS asumió la responsabilidad del ataque terrorista. Sin embargo, los rusos buscan persistentemente un “rastro ucraniano” en el caso.
También se ha distribuido repetidamente en Internet un vídeo de la detención de los hombres presuntamente implicados en el ataque terrorista. Así, en uno de ellos, el sospechoso dice que fue reclutado por un “predicador” mediante un telegrama. Según él, el trato era por medio millón de rublos y recibió la mitad del importe de la tarjeta.
Sin embargo, también es importante que los detenidos hayan sido torturados antes de esto: así se jactan los rusos de un vídeo en el que uno de los agentes de seguridad le corta la oreja a un posible terrorista, y luego le obliga a comerse parte de su cuerpo. Posteriormente, páginas públicas rusas difundieron una fotografía en la que al sospechoso le quitaban los pantalones y le aplicaban corriente eléctrica en sus genitales.