Según el análisis de Ivan Shukshin hablando de“lanzados” 22 millones de votos. Explicó que el principal instrumento de falsificación no es ni siquiera el relleno físico de los protocolos, sino su reescritura directa.
Novaya Gazeta Europa, analizando también según el enfoque de Sergei Shpilkin, nombró 31,6 millones de votos
fuerte>. La diferencia en los cálculos es que Shukshin tomó como norma el lugar del 50% de los votantes en la región con una participación del 85%, y los periodistas del periódico tomaron el pico “Moscú” con una participación del 40%.
Sin embargo, la publicación está convencida: ambas estimaciones son insuficientes, porque en Rusia ya no hay colegios electorales normales, a partir del cual sería posible calcular el porcentaje real de votos emitidos por los candidatos y, en consecuencia, obtener resultados claros, quitando los completos.
Analizando 11 regiones con un nivel mínimo de falsificación, Shukshin Llegó a la conclusión de que supuestamente:
Davankov debería haber recibido aproximadamente el 11% de los votos de los rusos, pero supuestamente recibió el 4%;
Putin – alrededor del 80%.< /li>
“Pero “Este enfoque tiene sus propios inconvenientes: no se sabe cómo el estado de ánimo de los votantes en 11 regiones distintas refleja el nivel general de apoyo a los candidatos. Por lo tanto, calificar estos resultados como reales, es decir, las que se habrían publicado si no hubiera falsificaciones, también es incorrecta”, explicó la publicación.
También recordaron que las elecciones de 2018 debieron haber sido canceladas.
Se puede decir sinceramente que la votación actual fue la más distorsionada por fraude en la historia de Rusia, aunque aún se desconoce el número exacto de votos robados, concluye la publicación.