Recientemente, el politólogo Taras Zagorodny, en una conversación con el Canal 24, calificó la muerte de Alexei Navalny como una mala señal para Vladimir Putin. Al fin y al cabo, la muerte de este político demuestra la inseguridad del dictador ruso y la transición a una represión abierta.
El experto consideraba al propio Navalny una persona peligrosa para Ucrania. En su opinión, si este opositor estuviera vivo y llegara al poder, imitaría la reconciliación con Occidente a cambio del levantamiento de las sanciones a Rusia.
No hace mucho, el periodista de oposición Igor Yakovenko también comentó sobre la muerte Navalny. Según él, el opositor estaba retenido en la colonia más terrible de Rusia, situada más allá del Círculo Polar Ártico. Allí, Navalny podría haber quedado exhausto y muerto de hambre en una celda de castigo.