Lukashenko no solo envía a sus soldados a Rusia para recibir entrenamiento, sino que también construye áreas fortificadas y cambia la legislación. Además, el dictador bielorruso dijo que, si es necesario, su país está dispuesto a pasar a la ofensiva.
Por cierto, la frontera con Bielorrusia se considera una zona de riesgo. Según el Servicio de Seguridad Nacional del Estado, hasta el 25 de enero no se había registrado ninguna intensificación del trabajo de los GDR enemigos en el tramo de la frontera entre Ucrania y Bielorrusia, pero tal peligro existe.
Al mismo tiempo Rusia tampoco pierde el tiempo. El país agresor está reclutando activamente a jóvenes bielorrusos para que se matriculen en sus instituciones militares de educación superior. En particular, a los bielorrusos se les ofrece estudiar para convertirse en oficiales en instituciones militares rusas de educación superior.