Debido a sus ambiciones imperiales, Rusia es la amenaza más grande y apremiante para los países de la OTAN. Alemania y la OTAN deben fortalecer sus fuerzas armadas para disuadir y, si es necesario, luchar contra Rusia. Sólo así se podrá reducir el riesgo de una próxima guerra en Europa.

Así lo afirma un estudio del grupo de expertos de la Sociedad Alemana de Política Exterior (DGAP), que se basa en información de fuentes de los círculos militares y de inteligencia alemanes.

El estudio dice que la OTAN tiene poco tiempo para mejorar sus capacidades de defensa. Y Alemania debe dar un salto cualitativo: fortalecer rápidamente el personal de la Bundeswehr y ampliar la producción de armas.

Ahora observando

La OTAN ahora describe a Rusia como la mayor amenaza para su seguridad y la del mundo. La Federación de Rusia amenaza la estabilidad en la región euroatlántica. El bloque del Atlántico Norte ya no excluye la posibilidad de un ataque ruso. La única pregunta es cuándo.

El dictador ruso Vladimir Putin ha estado interesado durante mucho tiempo en restaurar la supuesta grandeza de Rusia y reducir la influencia de la OTAN y la UE. El pensamiento del Presidente de la Federación Rusa se basa en analogías con el Imperio Ruso Zarista y la Unión Soviética de la era Stalin.

Putin no tiene en cuenta las fronteras de los países que surgieron después del colapso de la Unión Soviética. Vale la pena señalar que la URSS incluía a Polonia y los países bálticos, que ahora son miembros de la OTAN.

La ideología de Putin ya ha justificado las guerras en Chechenia y Georgia. La reintegración de Bielorrusia al Imperio ruso está prevista en la Constitución rusa. En 2014, Putin inició una guerra en Ucrania y en 2022 lanzó una invasión a gran escala. Moscú ha amenazado repetidamente a estados individuales de la OTAN, y a la OTAN en su conjunto, con el uso de armas nucleares.

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