Para evitar que la guerra llegue a un punto muerto, habrá que tomar varias decisiones importantes – The Economist
En la guerra a gran escala que Rusia ha desatado contra Ucrania, la pregunta clave el próximo año será qué lado puede recuperar su fuerza más rápido. En parte se trata de una cuestión de recursos humanos.
La revista británica The Economist escribe sobre esto.
El ejército ruso no cumplió el plan de reclutamiento, pero reunió tropas suficientes para mantener la línea del frente durante todo el verano. Si los ocupantes quieren pasar a la ofensiva, Rusia tal vez tenga que llevar a cabo una ola de movilización más amplia. Moscú también tiene una gran reserva de reclutas, aunque incorporarlos a la guerra implicaría importantes riesgos políticos. La publicación escribe que Ucrania también debe decidir si reclutará a hombres menores de 20 años en el ejército.
Observando ahora
El ejército también necesitará armas y municiones. Rusia podría producir más de 2 millones de proyectiles durante 2024, así como cientos de tanques nuevos y reacondicionados. También recibió una gran cantidad de proyectiles para sus socios de Corea del Norte (RPDC). Los gobiernos occidentales comenzaron a invertir más tarde, por lo que es poco probable que Ucrania tenga una ventaja en municiones de artillería hasta finales de 2023 o principios de 2024.
El autor del artículo escribe que en 2024 Ucrania no recibirá una afluencia masiva de equipos
El autor del artículo escribe que en 2024 Ucrania no recibirá una afluencia masiva de equipos, como ocurrió en la primavera de 2023. Pero la atención principal se centrará en la asistencia occidental para la reparación de equipos.
Una decisión clave para los gobiernos occidentales será reabrir las líneas de producción de armas que ya no producen ellos mismos o transferir información importante sobre propiedad intelectual a las fábricas ucranianas.
El arsenal de misiles de Ucrania se complementará con terrenos GLSDB de fabricación estadounidense. -bombas a principios de 2024. Kiev también recibirá cazas F-16, aunque la revista escribe que es poco probable que tengan un efecto transformador en el campo de batalla.
— El tiempo es la esencia. Cada parte esperará tomar la iniciativa. Ucrania quiere mantener una ofensiva de primavera en la agenda, pero tendrá dificultades para reunir fuerzas terrestres para hacerlo. Vladimir Putin también querrá que su ejército continúe con ofensivas simbólicas, como la que está ocurriendo en los alrededores de Avdiivka. Pero lanzar constantemente tropas mal entrenadas a batallas continuas debilitará al ejército ruso, sin mover la línea del frente, —. escribe The Economist.
Cabe señalar que la contraofensiva de verano de las Fuerzas Armadas de Ucrania puso de relieve muchos problemas. Algunas de ellas deberán corregirse para que la próxima gran ofensiva tenga más éxito. Por ejemplo, los batallones y brigadas ucranianos necesitan un número mucho mayor de oficiales de estado mayor capaces de planificar y comandar operaciones complejas que involucran a muchas unidades en un frente amplio, creen los autores del artículo.
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Si ninguno de los bandos puede montar una amenaza ofensiva significativa en 2024, la guerra probablemente se definirá por factores fuera del campo de batalla. El Mar Negro podría desempeñar un papel cada vez más importantea medida que Rusia ataque a los buques de carga y Ucrania ataque a las flotas e instalaciones rusas.
The Economist escribe que la cumbre de la OTAN de julio en Washington será vista como un una prueba del apoyo occidental. La estrategia de Rusia es simple: continuar hasta que los socios de Ucrania se cansen. Los funcionarios optimistas dicen que la guerra está acelerando la desintegración política de Rusia, pero los pesimistas advierten que Putin podría seguir haciéndolo durante años.