Un hombre se hizo ojos de caballo, nariz de gato y orejas de perro: ahora quiere convertirse en un cyborg
Un hombre de Colombia ha cambiado tanto su apariencia que ahora los lugareños lo llaman “dios”. Ya ha reproducido las características de los animales y ahora quiere convertirse en un “cyborg real”.
El colombiano Keim Mortiss, de 45 años, es un verdadero fanático de las modificaciones corporales extremas. Keim cree que es el más modificado de su país y el tercero de América Latina.
El hombre se hizo cientos de tatuajes y se hizo rasgos de animales.
Mortiss comenzó a cambiar su imagen a la edad de 22 años. Durante este tiempo se hizo cientos de tatuajes, se hizo 54 piercings, colocó 39 implantes de silicona y teflón, 3 implantes de piel, un implante electrónico, e incluso recurrió a la cicatrización en tres ocasiones.También, por su amor para los animales, decidió reproducirse en sus diferentes rasgos. En particular, se hizo un tatuaje en los ojos para que pareciera un caballo y se operó la nariz para que pareciera un gato. También bifurcó su lengua como una serpiente y convirtió sus orejas en orejas de perro. En sus brazos creó el efecto de piel de cocodrilo con la ayuda de tatuajes e implantes.
Ahora quiere añadir habilidades robóticas
Después de sus transformaciones “animales”, Keim Mortiss quiere llevar su transformación al siguiente nivel y convertirse en un “cyborg”. Construyó un implante electrónico que puede almacenar videos, música, fotos y archivos. Keim espera algún día adaptar su implante para abrir su hogar y estar seguro.
Seguiré mi evolución en términos de tatuajes, y la transformación del cuerpo es una pasión y mi estilo de vida. Vivo mi imagen y adoro mi cuerpo. Porque soy arte. A continuación, colocaré algunos implantes más en la cabeza, la cara y el pecho, algunos implantes transdérmicos hechos especialmente para mí. Me gustaría aconsejar a las personas que están pensando en cambiar su apariencia que lo piensen muy seriamente. Esto no es un juego. Tendrán problemas con la familia y la sociedad, admitió.
Debido a la apariencia, Keim se convirtió en objeto de odio y persecución, especialmente por parte de los creyentes de la iglesia local. Por eso, anima a las personas a no juzgar a los demás por su apariencia.