Primero una explosión y luego una columna de fuego: un gran incendio cerca de Moscú en una planta de coque y gas
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En la noche del 5 de marzo, el famoso “algodón” visitó los suburbios de Moscú. Primero hubo una explosión en la planta de coque y gas, y luego se desató un incendio a gran escala.
Así lo informan los medios rusos. Canal 24. Tras la explosión se desató un potente incendio en la planta de gas coque, y testigos presenciales hablan de un incendio de 20 metros de altura.
Qué pasó
Los medios rusos afirman que la explosión tuvo lugar en el taller de la planta de coque y gas, después de lo cual se incendió la columna de la bomba con benceno. Después de casi 2 horas, los propagandistas informaron sobre la liquidación de un incendio a gran escala.
“Paisajes” cerca de los residentes de Moscú durante el incendio/Foto de Russian Mass Media< /p>
El fuego cubrió al menos 200 metros cuadrados de la planta. Una enorme columna de fuego y humo se elevó sobre el lugar de la explosión.
Los medios rusos también afirman que no hubo víctimas como resultado de la explosión y el incendio.
Fuego en una planta de coque y gas en Moscú: ver el vídeo
Es interesante que la planta pertenezca a la empresa minera y metalúrgica rusa Mechel, que agrupa a productores de carbón, concentrados de mineral de hierro, acero y productos laminados.
Mientras tanto, en St. En San Petersburgo, el bombardero realizó un aterrizaje de emergencia
El 5 de marzo fue un mal día para los rusos. Por ejemplo, unas horas antes del incendio en Moscú, el aeropuerto de Pulkovo en San Petersburgo recibió una solicitud de aterrizaje de emergencia de un bombardero Tu-22m3. Se desconocen las razones de esto, pero es interesante que se eligió un aeropuerto civil para aterrizar el avión militar.
Vale la pena señalar que los rusos están utilizando activamente el Tu-22m3 en la guerra contra Ucrania, en particular, el bombardero “se destacó” durante los ataques aéreos y el bombardeo con misiles de Kharkov y Mariupol. Además, es desde ese avión que los rusos lanzan misiles supersónicos Kh-22 y Kinzhal, contra los cuales, desafortunadamente, nuestra defensa aérea aún es impotente.
Todavía se desconoce en qué estado se encuentra el avión y qué fue la causa del mal funcionamiento.