Rusia suministra combustible nuclear a China: Washington está preocupado
En diciembre de 2022, diplomáticos chinos y estadounidenses mantuvieron conversaciones para reducir las tensiones militares. Sin embargo, el mismo día, los ingenieros rusos entregaron un enorme cargamento de combustible nuclear en una de las islas de China, que se encuentra a solo 220 kilómetros de la costa norte de Taiwán.
Relaciones Rusia-China alarmantes
En realidad, estamos hablando del hecho de que Moscú suministra a Beijing combustible nuclear para un reactor nuclear en la isla de Changbiao. Hoy en día, es una de las instalaciones nucleares más vigiladas del mundo.
CFR-600 (Chinese Changbiao Island Reactor – Channel 24) producir plutonio apto para armas, lo que podría ayudar a Beijing a aumentar su reserva de ojivas. Esto permitiría a China compararse con los arsenales nucleares que ahora se encuentran en Estados Unidos y Rusia. – admitieron analistas de Bloomberg.
Al mismo tiempo, no objetan que este programa pueda ser completamente civil y no represente una amenaza. Aunque es muy alarmante que China haya dejado de informar sobre sus existencias de plutonio civil y segregado, señaló que para 2035, China podría aumentar el número de ojivas nucleares a 1.500 piezas. Actualmente, su número no supera las 400 piezas.
El suministro del 12 de diciembre por parte de la corporación estatal rusa Rosatom de 6.477 kilogramos de uranio alimenta un programa nuclear que podría desestabilizar el equilibrio militar en Asia. Están aumentando las tensiones por Taiwán y el control sobre el sur de China, escribió Bloomberg, citando al Pentágono.
Además, citaron la posición de Beijing, que rechaza las preocupaciones surgidas en Washington. De hecho, China asegura que cumple estrictamente con sus obligaciones en materia de no proliferación de armas nucleares.
Cuántas cabezas nucleares tiene cada estado nuclear en el mundo/Imagen del Canal 24
Rusia dejó de participar en START
Cabe decir que el aumento de China en las importaciones de combustible nuclear ruso se produjo en el contexto del anuncio de Putin de la terminación de la participación en el Tratado de Armas Estratégicas Ofensivas.
Este documento disuadió a Washington y Beijing de volver a la carrera armamentista y proporcionó el control sobre las armas nucleares por parte de Rusia y los Estados Unidos de América.